La situación de miedo e incertidumbre que está generando la pandemia del virus Covid-19 está sin duda potenciada por la globalización tecnológica y la estructura de la sociedad actual, dándose una fenómeno no sólo psicológico, sino también sociológico.

Estos son algunos consejos para mitigar en la medida de lo posible la ansiedad que genera la información  y desinformación que surge de forma continua sobre la pandemia en las redes sociales y los medios de comunicación, casi siempre digitales:

  • Mantener la perspectiva y el sentido común»: el hecho de que haya una gran cobertura de noticias, casi obsesiva, sobre este tema no significa necesariamente que represente una amenaza directa e inminente sobre nuestra vidas. No debemos confundir la visión de los medios, que a veces puede rozar el histrionismo, con la realidad.
  • Valorar la información con sentido crítico: adoptar un enfoque más realista y clínico a la hora de seguir la información sobre el virus puede ser de utilidad. Para ello, es esencial basarse en fuentes potencialmente creíbles en las que podamos confiar mínimamente. Por ejemplo hay que desconfiar de noticias emitidas por medios desconocidos o de difusión muy pequeña, así como archivos de audio o noticias de origen incierto, por muy creíble que pueda parece su expresión. Además de los bulos, que están a la orden del día, también nos encontramos con noticias imprecisas, medias verdades, manipulaciones intencionadas, etc.
  • Hablar con los más pequeños: a la hora de hablar con los niños sobre el coronavirus es necesario hacerlo con información honesta y apropiada para su edad. Los menores observan los comportamientos y emociones de los adultos en busca de señales con las que aprenden cómo manejar sus propios sentimientos, con lo que tenemos que tener cuidado en la forma que les comunicamos las situaciones amenazantes. Sin embargo tampoco se puede ocultar la realidad ni tenerlos protegidos en una «burbuja informativa». A veces los niños nos sorprenden con gestos de madurez y sentido común de los que en algunos momentos adolecemos los mayores.  Mantener una buena comunicación, aún con informaciones preocupantes, también reduce a la larga la ansiedad.
  • Mantenerse conectado, pero sin obsesionarse: conectarse en redes sociales puede fomentar una sensación de normalidad , ofreciendo una vía para compartir sentimientos y aliviar el estrés, especialmente cuando se pasan muchas horas en casa. Sin embargo es importante no obsesionarse con las noticias ni estar permanentemente enganchados a whatsapp, facebook, etc.
  • Buen momento para llamar por teléfono / skype a los amigos y familiares que estimamos y que en nuestra estresada vida cotidiana tenemos algo descuidados. Además de que las conversaciones siempre nos dan diferentes perspectivas sobre hechos, realidades u opiniones, es un buen momento para reforzar nuestros lazos con nuestros seres queridos que sin duda agradecerán nuestra llamada.  Una larga conversación puede ser el mejor ansiolítico y aún mejor si podemos diversificar los temas, más allá de la actualidad.

Luis Ariño de Frenne

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